En la facu, cuando la profesora se me acerca sosteniendo mi estruendosamente desprolijo TP, antes de que omita palabra alguna le aclaro que soy zurdo (naturalmente mamarrachoso) y que encima los bancos son todos para diestros. Dependiendo de su humor, le agrego la palabra "discriminación" al asunto o no.

Y si, la mejor defensa es un buen ataque.